lunes, 4 de agosto de 2008

El Café y el Hígado



El Café y el Hígado



Protege al Hígado y combate el alcoholismo


Actualmente, el control del alcoholismo se realiza con medicinas que contienen propiedades opiáceas antagónicas como el Naltroxone. El café contiene un poderoso antagonista opiáceo, proveniente del ácido clorogénico". Por lo tanto su uso durante el tratamiento del alcoholismo pudiera ser indicado.


Investigadores japoneses reportaron que pacientes que consumían más de 5 tazas de café al día lograban suprimir la elevación de ciertas enzimas hepáticas, en especial aquellas que regularmente se elevan por el consumo del alcohol. Por otra parte investigadores italianos reportaron este año que el café puede inhibir la aparción de la cirrosis hepática alcohólica y no alcohólica.


Según un artículo publicado el 13 de junio de 2006 por NewScientist.com, un nuevo estudio sugiere que el consumo de café puede proteger el hígado de las peores consecuencias del alcohol. En el estudio, en el que participaron más de 125.000 personas, se observó que el riesgo de desarrollar una cirrosis etílica disminuía con cada taza de café consumida diariamente. Arthur Klatsky, del Kaiser Permanente Medical Care Programme en Oakland, California, y su equipo, seleccionaron a personas que se habían inscrito en un plan privado de atención sanitaria en el norte de California entre 1978 y 1985. Para su inscripción, los sujetos habían cumplimentado un cuestionario acerca de la cantidad de alcohol, té y café que bebían en un año y a algunos de ellos también se les habían realizado análisis de sangre para ver los niveles de determinadas enzimas hepáticas que se liberan en sangre cuando el hígado está enfermo o dañado. Los investigadores analizaron cuántas de estas personas llegaron a desarrollar cirrosis y observaron que las que bebían una taza de café al día tenían un 20% menos de posibilidades de desarrollar una cirrosis etílica; en las personas que tomaban dos y tres tazas, la reducción era del 40% y en las que tomaban cuatro o más el riesgo se reducía hasta un 80%. Todavía se desconoce el modo exacto en el que el café produce esta protección. Klatsky ha especulado con la posibilidad de que sea la cafeína la que protege el hígado, pero su estudio no ha encontrado ninguna relación entre el consumo de té y una reducción en el riesgo de cirrosis. Según Klatsky, "el valor de este estudio es que puede ofrecer algunas pistas acerca de los procesos bioquímicos que tienen lugar en las células hepáticas, ayudando a encontrar nuevas formas de proteger el hígado”.

Vesícula Biliar


En el número de hace meses, la prestigiosa revista médica Journal of the American Association, revela los resultados de un estudio realizado en más de 46.000 hombres trabajadores de la salud, durante un período de 10 años, que indican que el consumo de 3 o más tazas diarias de café se asocia a un riesgo 40% menor de presentar cálculos de la vesícula biliar. Los autores del trabajo aseguran que este efecto no se observó en los sujetos que consumieron regularrmente bebidas descafeinadas o bajas en calorías. Sin embargo, insisten en que con base en estos hallazgos no es posible emitir recomendaciones definitivas con respecto al consumo diario de café, y que tales indicaciones deben basarse en los riesgos y beneficios individuales de cada persona.




La Cafeína adelgaza?

Actualmente son más numerosos los productos o los complementos, bien sean de consumo oral o de uso tópico, que incluyen cafeína entre sus componentes. La razón a la que aluden es que la cafeína activa la lipólisis, es decir, la eliminación de la grasa y, según este criterio, pueden ser útiles para acelerar el adelgazamiento.

La Cafeína y las grasas

El conocimiento de los efectos de la cafeína sobre el metabolismo de las grasas en los seres humanos es limitado, y los resultados de los estudios siguen siendo, a día de hoy, controvertidos. Diversos estudios muestran que la administración de cafeína provoca un aumento de la concentración plasmática de ácidos grasos, acción a la que se ha atribuido el potencial efecto de la cafeína como sustancia estimulante de la lipólisis, es decir, de la movilización de las grasas en el organismo, y por ende, de la consiguiente pérdida de grasa y de peso.

Metabolismo de la Cafeína

Tras una extensa búsqueda bibliográfica acerca de los potenciales efectos de la cafeína sobre el metabolismo de las grasas, los resultados son inconclusos. Los estudios se centran en el efecto sobre el organismo de la cafeína ingerida y no su efecto a nivel tópico, es decir, como ingrediente de cremas o geles para dar sobre la piel. A nivel gastrointestinal, la absorción es rápida y prácticamente completa a los 45 minutos tras su ingestión. La concentración plasmática de cafeína se alcanza entre los 15 y los 120 minutos después de su consumo, y tiene una vida media de entre 2,5 y 4,5 horas en personas jóvenes y adultas, mientras que niños y ancianos pueden tardar muchas más horas en metabolizar dicha sustancia.

Aunque el metabolismo de la cafeína es diferente en cada individuo (los hay más sensibles a esta sustancia), se estima que alrededor del 80% de la cafeína es metabolizada a paraxantina, y el 16% se convierte en teobromina y teofilina en el hígado. Al ser una sustancia hidrosoluble, la cafeína y sus metabolitos se eliminan por la orina, y por lo general, un consumo moderado no tiene efectos adversos en el organismo.

La mayoría de la información epidemiológica disponible indica que un consumo total de cafeína inferior a los 300 mg al día (2-3 tazas de café) no supone ningún problema, si bien tanto las mujeres embarazadas como las personas con afecciones médicas o que son sensibles a la cafeína deberían tener cuidado y moderar su consumo. No obstante, dado el gran número de productos que contienen cafeína y que se comercializan en distintos formatos (cápsulas, comprimidos...) hay que tenerlos también en cuenta para no sobrepasar la dosis indicada como segura por las autoridades sanitarias.

Fuente:

El Café y la Esclerosis múltiple



Su taza de café en las mañanas podría estar haciendo algo más que ayudarlo a despertar. Según un estudio una dosis diaria de cafeína podría reducir el riesgo de demencia bloqueando los daños que causa en el cerebro el colesterol. Anteriormente ya se había vinculado al café con una reducción en el riesgo de Alzheimer, una forma de demencia.

Un nuevo estudio indica que la cafeína bloquea el receptor de la adenosina, molécula implicada la infiltración de células inmunitarias en el Sistema nervioso central (SNC).

El efecto protector de la cafeína en ratones con esclerosis múltiple podría abrir la vía a nuevas terapias para la enfermedad, según un estudio de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) hecho público en el encuentro Experimental Biology 2008. La investigación muestra que los ratones a los que se les proporcionó cafeína equivalente a entre 6 y 8 tazas de café diarias estuvieron protegidos frente al desarrollo de encefalomielitis autoinmune experimental, el modelo animal de la esclerosis múltiple humana.

Según los investigadores, los resultados indican que la cafeína bloquea el receptor de la adenosina, lo que muestra la importancia de esta molécula para permitir la infiltración de células inmunitarias en el sistema nervioso central (SNC) de pacientes con esclerosis múltiple.

Como sabemos, la esclerosis múltiple es un trastorno autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario ataca y daña los nervios del cerebro y la médula espinal. La infiltración de células inmunes en el cerebro y otros tejidos del SCN es rara en personas que no presentan la enfermedad. En un trabajo anterior, los investigadores descubrieron evidencias de que la adenosina podría ser la responsable de esta infiltración.

La adenosina está presente en un gran número de tejidos del organismo y desempeña un importante papel en muchos procesos bioquímicos, como la transferencia de energía y la promoción del sueño. Estudios anteriores de este equipo de investigación permitieron descubrir que los ratones que carecían de CD73, enzima necesaria para la síntesis de adenosina extracelular, estaban protegidos de desarrollar la forma murina de la esclerosis múltiple, la denominada encefalomielitis autoinmune experimental o EAE.

Los científicos se plantearon entonces que, dado que la adenosina debe unirse a su receptor para afectar a las células, quizás la activación del receptor de la adenosina era lo que permitía la entrada de las células inmunes en el cerebro y la médula espinal.

Según los autores, los efectos estimulantes de la cafeína sobre el SCN son en gran parte debido a su capacidad para unirse a los mismos receptores que la adenosina, por ello bloquea la capacidad de la adenosina para afectar a las células del sistema nervioso central. Los ratones que consumían cafeína en su agua estaban protegidos de desarrollar EAE, el modelo en ratones de esclerosis múltiple.

Según concluyen, estos experimentos muestran que CD73 y las señales del receptor de la adenosina son necesarias para la entrada de las células inmunes en SNC durante el inicio y progresión de la EAE en ratones y, de forma bastante probable, durante el desarrollo de la esclerosis múltiple en los ratones.

"Estos resultados podrían marcar el inicio de una serie de hallazgos en nuestro laboratorio que podrían extender el ímpetu por el desarrollo de terapias basadas en la adenosina para el tratamiento de la esclerosis múltiple", finalizan.